¿Te sientes incómodo al hablar de tu vida amorosa? ¿Te crea ansiedad pensar en ti mismo enamorándote? Si respondiste afirmativamente a cualquiera de estas dos preguntas, podrías tener filofobia.

Enamorarse es un momento feliz para la mayoría de la gente. Sin embargo, para unos pocos, las relaciones de pareja están plagadas de ansiedad y problemas de confianza.
Las personas que sufren filofobia detestan la palabra amor, pero no en la medida en la que alguien que ha sufrido desengaños amorosos dice “Estoy harto del amor, blablablá…” ellos, lo sufren de una manera mucho más profunda.
Estas personas presentan síntomas que incluyen trabas tanto emocionales como fisicas que demuestran que tienen un miedo, en la mayoría de los casos irracional, al amor.
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Resumiendo, antes de empezar ¿Qué es la filofobia?
Todo buen artículo que hable sobre cualquier tema ha de tener una definición de diccionario, y en el caso de esta aflicción sería: El miedo a enamorarse o a tener una conexión emocional que te hace vulnerable a alguien.
Aunque el término no es muy utilizado en los círculos médicos, es bien comprendido en la psicología. La definición de filofobia se origina en dos palabras griegas; “philos”, que significa amor y “phobos”, que significa miedo. A diferencia de otros tipos de fobias, las personas que tienen una fobia al amor no experimentan miedo y ansiedad todos los días.
Tienen momentos aleatorios en los que el exagerado e irracional sentimiento de peligro hacia el amor les abruma. Esto les producen ansiedad anticipada, la cual es causada por su imaginación y presunciones sobre el apego emocional.
¿Cómo saber que estás sufriendo de filofobia? ¿No estás seguro de ser filósofo? Aquí hay 7 señales que las personas con filofobia pueden mostrar:
No puedes abrirte a nadie a nivel emocional
Puede que tengas cientos de amigos y eres conocido por ser el miembro más gracioso y extrovertido del grupo. Eres una persona sociable que no tiene problemas para hacer amigos y pasar tiempo con ellos. Sin embargo, cualquier intento de que te abras es inútil. Te cuesta expresar tus sentimientos, especialmente cuando sabes que te harán vulnerable. Este bloqueo se vuelve más latente en los sentimientos románticos hacia alguien que te gusta, pero incluso puedes notarlo con tus amigos, hablando solo de cosas banales y sin sustancia.
Tu incapacidad para abrirte te ha hecho perder oportunidades en el amor y esto sólo consigue aumenta tu miedo.
Tu mayor preocupación es la forma en que te van a tratar cuando te abras y expreses lo que sientes; El abandono, el rechazo y, a veces, el maltrato son los primeros en la lista de todo lo que podría salir mal.
Tu sentido del bienestar depende puramente de la validación de la persona de la que estás enamorado

Quizás en el pasado, podrías haber disfrutado de una relación romántica como la de Simba y Nala en el Rey León, amando tanto a la persona con la que estabas que no podrías funcionar sin ella. ¡Hiciste todo lo posible para hacer a esa persona feliz!
No obstante, esa persona te rompió el corazón. Como resultado, tienes miedo de enamorarte. Sabes que cuando amas a alguien, tu vida entera será suya y para librarte de esa trampa, te mantienes alejado de todo lo que tenga que ver con el amor.
Llevas mucho equipaje emocional de los eventos pasados
Los eventos de tu pasado tienen mucho que ver con cómo eres hoy. Estos eventos no tienen que ver con las relaciones románticas, pero influyen en la manera que tienes de ver el mundo. Las relaciones abusivas con los miembros de la familia son uno de los eventos más comunes que inducen a las fobias.
Es posible que hayas visto a un ser querido sufrir un maltrato psicológico o físico, o tal vez fuiste tú el rechazado o abandonado por un miembro de la familia. Estos eventos han distorsionado tu visión del romance, haciéndote extremadamente cauteloso ante las relaciones románticas.
No confías en nadie: La confianza es una noción extraña para ti
Desde los amigos hasta la familia y pasando por las parejas, te resulta muy difícil confiar en alguien. Esto te hace ser reservado, haciéndote pasar por muchos problemas sin que nadie lo sepa.
Ninguna relación puede sobrevivir sin confianza. Tu incapacidad para dejar entrar a la gente te hace distante, pero te da exactamente igual. Prefieres estar solo, que salir herido. “Prefiero ser mendiga y soltera que reina y casada” a frase la dijo Isabel… me refiero a la reina de Inglaterra, y define perfectamente este punto.
Estar en una relación es como pisar una trampa
Tu paranoia te lleva a creer que confesar tu amor permitirá que alguien te atrape, por lo que valoras tu vida de soltero por encima de todo, y has abrazado tu soltería hasta el punto de que el pensamiento de compartir tu vida con alguien te parece molesto e insultante.
Los compromisos y sacrificios que se necesitan en una relación son demasiado para que los puedas soportar. Cada vez que contemplas la posibilidad de una relación, estás convencido de que te impedirá hacer lo que quieres hacer en la vida. Por lo tanto, lo evitas a toda costa. En tu mente, esta es seguramente la mejor opción para tu supervivencia
Prefieres no hablar de amor y relaciones íntimas con nadie
Tus amigos lo saben; cada vez que surja el tema del amor, te irás o tendrás algo más que hacer. Hablar sobre tu vida amorosa es una de las cosas que más odias, especialmente cuando tienes que hacerte vulnerable para hacerlo. Ni los amigos ni la familia saben si estás saliendo con alguien. Nunca les has presentado a ninguna de tus parejas, y no tienes planes de hacerlo en un futuro próximo.
Aunque disfrutas de la intimidad física, no sabes cómo manejar la incomodidad que viene después
Mostrar afecto de una manera física es algo natural para ti; el desafío viene cuando tienes que usar palabras para expresar cómo te sientes. Como resultado de esta incomodidad, tienes el hábito de no hacer caso de tus potenciales intereses amorosos. Ignorarás sus llamadas y mensajes sólo para asegurarte de que tu relación no pase al siguiente nivel
En resumen, y siguiendo estos 7 puntos puedes hacerte una ligera idea de si podrías o no sufrir filofobia. Por otro lado, debes tener claro que una fobia no es algo a tomar en broma, y nunca deberías usar un articulo en internet para auto diagnosticarte.
Si crees que podrías sufrirla, y además te encuentras mal por ello, lo primero que deberías hacer es visitar a un psicólogo y hablarlo.
Ellos tienen las herramientas necesarias para analizar cada caso, y poder deducir la existencia de esta, así como el tratamiento a seguir para poder superarlo, que en la mayoria de los casos es una terapia cognitiva conductual.